viernes, 6 de septiembre de 2013

Costumbres.

Desde siempre, en mi pueblo existe una costumbre: cuando alguien de los alrededores fallece, lo anuncian por un altavoz para todo el pueblo. Nombre, apellidos y lugar donde se encuentra el cuerpo.
Hace unos meses, estaba sentada a la mesa, almorzando con mi familia, mientras hablábamos de varios temas. De repente, mi padre nos dijo que la hija de un amigo de la familia había nacido esa misma mañana, y que era preciosa. Todos sonreímos y empezamos a hacer preguntas como, "¿Hoy? ¿De madrugada?". En ese mismo instante, sonó el altavoz de mi pueblo anunciando una defunción, y todos guardamos silencio para oír los datos, por si era algún conocido. Pensé que la vida era un poco irónica a veces, pero también se me ocurrió una idea: ¿por qué no anunciar también los nacimientos? Es decir, comunicar que había nacido un niño, o una niña en el pueblo como era el caso del que mi familia y yo hablábamos unos segundos antes. Nombre de los padres, hospital donde nació... Incluso el peso del bebé, por qué no.  A mí me gustaría saber de las nuevas vidas que llegan tanto como de las que se van. Sin embargo, nuestra sociedad tiende al pesimismo, y destaca aquellos aspectos de la vida que nos crean sufrimiento por encima de aquellos que nos producen alegría. Preferimos proclamar a los cuatro vientos nuestro dolor, y callarnos las alegrías, como si fueran menos importantes.
La vida es un ciclo, y cuando llega a su final es doloroso para todos aquellos que quedan atrás, pero el comienzo es algo milagroso, algo digno de ser celebrado y compartido con todo el mundo.
¿Y si cambiamos algunas costumbres? ¿Y si cambiamos de mentalidad?

domingo, 11 de agosto de 2013

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Hace unos minutos estaba mirando a mi conejito comer heno en su jaula. Me pregunté, si lo soltara en el campo, ¿volvería conmigo a su jaula? Yo le doy comida, le pongo heno, le doy agua fresca. Le pongo una manta a la jaula en las noches frías, y le cojo en brazos, lo acaricio un rato, también entre las orejas porque sé que le gusta especialmente. ¿Volvería conmigo a su jaula?
No, no volvería. Da igual si en el campo nadie le da de comer, da igual si tiene sed, da igual si allí no hay heno, da igual si nadie le acaricia, porque sólo un conejito idiota volvería a su jaula si lo soltase en el campo.
Aunque prometiera cambiarle el pienso por uno aún mejor y más caro, aunque le diera agua de primerísima calidad, aunque le diera más mimos de lo normal y prometiese soltarlo por casa dos horas al día como mínimo.
Sólo un conejito idiota volvería a su jaula si lo soltase en el campo. Él no lo sabe, pero yo sí. Y le miro, y me mira porque sólo a mí me conoce, y me quiere, a su manera, porque piensa que sólo puede quererme a mí. Pero, aunque él no sabe de campos, yo sé que no es idiota. No volvería a su jaula si lo soltase en el campo.

domingo, 21 de julio de 2013

Bienvenido.

Tú y yo somos iguales. Nos aferramos a amores imposibles porque somos demasiado cobardes como para abandonar la acogedora sensación que nos da estar enamorados. Y no hay nada más fácil que enamorarse de un imposible.
Porque controlamos todo en nuestro interior, un sólo segundo nos basta para formar veinte historias, a cada cual más encantadora. Y podemos soñar con mil reencuentros, y sentir el mismo primer beso de mil maneras distintas, y colocar tantos escenarios de fondo, y siempre nos resulta tan perfecto. Podemos seguir escuchando canciones tontas de amor y colocar un rostro mientras suenan las notas, y dedicarlas en secreto. Son tantos ideales, tantas maneras de imaginar una relación perfecta, que no hacerlo nos parece estúpido. Sobre todo cuando nos es tan necesario.
Tú y yo somos igual de cobardes, e igual de soñadores, pero también somos de los más fuertes. No nos hace tanta falta ser amados como amar locamente. De ahí nace nuestra necesidad, tenemos que enfocar nuestra atención en algo, en alguien. Tenemos que llenar la mente con imposibles, porque lo posible de la realidad que nos rodea es tan aburrido, tan predecible, tan simple, que no nos basta. Los imposibles ofrecen tantas posibilidades... Y entre ellas está la posibilidad de dejar de sentirse triste. De olvidar lo mal que salió todo hace dos días, dos meses, dos años, dos siglos. Vivimos así, emborrachándonos el pensamiento, tragando y tragando futuros distintos para borrar el pasado que nos enfermó el alma.
Ni tú ni yo vamos acorde al resto. Ni a ti ni a mi nos llena nada de lo que hay aquí; nos hemos visto obligados a crear nuevos universos.
Lo malo es cuando se nos va de las manos, y querer se convierte en obsesión, y mezclamos realidad con ficción, y nos olvidamos de que a veces la vida da giros que pueden gustarnos. Pero nos quedamos atrapados en ese bucle adictivo que se crea con cualquier amor imposible.
En fin, aquí tienes tu tarjeta, bienvenido al laberinto de los sueños por cumplir.


martes, 2 de julio de 2013

Ask

Les recuerdo que pueden contactar conmigo, hacerme preguntas, o incluso pedirme consejos, a través de esta dirección de ask.fm:



Muchos besos, mis queridas soñadoras.

 Dreamer ♥

Dedicación, humor, pasión, comprensión.

Dedicación no es pasar 24 horas al día durante los 365 días del año con tu pareja, ni mucho menos. Dedicación es no dejar nunca de implicarte en la otra persona. Es querer interpretar cada gesto, incluso aquellos que no tienen interpretación. Es descubrir su plato favorito, y querer cocinarlo para él un día. Se trata de saber su canción preferida, para dedicarle una mirada cómplice cuando empieza a sonar en la radio mientras toman algo en el bar. Dedicación es poner tus cinco sentidos en la otra persona cuando se encuentra a tu lado, y hacerlo únicamente porque quieres, no porque debas, no por compromiso.
El humor consiste en mover mundos por ver su sonrisa. No es contar un chiste, es hacer el tonto y decir barbaridades, es dejar salir toda tu locura cuando esa persona está al rededor. Es mostrar tu mejor parte, compartirla, y es burlarse del mundo insensible donde vivimos. De eso se trata exactamente, de no cansarse nunca del sonido de tu risa y la suya al unísono, y usar dicha melodía para afrontar las partes más duras de la vida.
La pasión no es otra cosa que desearle a cada minuto. De observar cuando llega con esos pantalones que le hacen tan buen culo, y pensar que quedarían aún mejor en el suelo de tu habitación. Es querer descubrirle de todas las formas posibles, es querer gastar toda tu energía en ello. Eso es pasión, adorar cada centímetro de su cuerpo y desear disfrutarlo.
Y por último, la comprensión nos permite seguir adelante, incluso cuando cueste. Porque nadie es perfecto, y algún día tendremos que ponernos en el lugar del otro para entenderlo. Y querer entenderlo, es amor, es afán de lucha. Mirarle a los ojos y pensar que vale la pena perdonar cualquier error. Querer comprender incluso lo incomprensible, es la clave para salvar cualquier relación. 

Y de eso se trata el amor, de estos cuatro pilares. Para mí, una relación sólo puede ser duradera y satisfactoria con la presencia de ellos. Quizá haya más aspectos a tener en cuenta, no lo niego, pero para mí esto es lo más básico, lo indispensable. Nunca olviden: dedicación, humor, pasión y comprensión.

jueves, 20 de junio de 2013

1.

Allí, rodeada de ese ambiente tan romántico, entre nubes y rocas, arropada por un cielo azul, por mi cielo azul, encontré la figura de una chica. Encogida, miraba al horizonte buscando respuestas a las preguntas que nunca formuló. Me resulto extraño encontrarla allí, en mi sitio secreto, donde acudía a esconderme del mundo. Sin embargo, también me resultó familiar su imagen unida al paisaje que creía únicamente mío. Quizá fue por eso que no pude ignorar su presencia, y me acerqué lo suficiente como para ver su rostro lleno de lágrimas secas.
Me miró con los ojos aún brillantes, y noté que tampoco se sorprendía de que yo estuviera también allí. Me senté a  una distancia prudente, y miré aquel horizonte celeste. Ella hizo lo mismo, y el silencio permaneció imperturbable durante mucho tiempo. Pero ni siquiera el silencio es eterno, y las palabras se precipitaron por mis labios sin titubear.
- ¿Qué haces aquí?  - pregunté.
- Olvido - dijo ella, aún con la vista al frente.
- ¿Qué olvidas? 
- A la gente. 
Sonreí, con una de mis sonrisas más sinceras, mientras levantaba la vista al cielo. 
- ¿Por qué sonríes? - esta vez preguntó ella, y vi por segunda vez sus ojos castaños buscando los míos.
- Yo vine a olvidarme de mi soledad.
Entonces sonrió, y el efecto que causó su sonrisa fue similar a una estrella fugaz.
Qué irónica es la vida que ella vino aquí, huyendo de todos, y conmigo vino a dar, que no sé ni de quién huyo, pues sólo me tengo a mí. Qué ironía tan grande haberla encontrado aquí.
- ¿En qué piensas, entonces? - dijo - ¿O sólo miras al horizonte?
-  Las dos cosas. Pensaba en que la soledad puede ser muy hermosa, y este lugar era la prueba de que eso era verdad. Pero ya no lo pienso.
- ¿Por qué? - preguntó, aún con sus ojos clavados en mí.
- Si te soy sincero, este sitio nunca ha sido más hermoso que hoy, contigo. Ojalá te encuentre mañana de nuevo aquí.
"Ojalá te encuentre todos los días" dije para mí.

miércoles, 19 de junio de 2013

Una y otra vez

Te pertenezco. Lo sé en el mismo instante en que me agarras de la cintura, tus labios se deslizan por mi cuello y en mi oreja encuentro un suspiro que habla sobre batallas que nacen y mueren en el colchón.
Me perteneces. Lo sé en el momento en que mis dedos recorren tu espalda, tu torso, bajan, suben y nunca se cansan de perderse en el mapa de tu piel.
Y es entonces, cuando sobra la ropa, cuando empieza ese vaivén que se acelera con cada latido y entramos en un torbellino de pasiones que muerden, besan, lamen, arañan, sudan, gimen, estallan y vuelven a morder. Que me olvido, me olvido, mi amor, todo se descoloca, y el mundo se limita a las sábanas que nos empeñamos en deshacer.
Que aún no me canso de descubrirte, una y otra vez...




miércoles, 15 de mayo de 2013

Te adoro.

Te quiero y te amo por infinidad de motivos, la gran mayoría relacionados con tu manía de ser perfecto y hacerme sentir un verdadero ideal, pero la razón por la cual te adoro podría resumirse en un punto concreto.  Eres de esa clase de personas que le hacen falta al mundo. De las que siempre tienen una sonrisa que mostrar, una broma que decir, un beso que dar, eres de esa clase de personas que sirven de excusa para alegrarte el día. Aportas todo lo que el mundo necesita en estos tiempos locos, donde la capacidad de amar escasea y ya hasta resulta difícil también dejarse amar. Pero es que con sólo mirarte a los ojos uno cae rendido al encanto de esa inocencia, de esa dulzura, que se envuelven en un halo de misterio, y todo se presenta danzando alrededor de tu cuerpo, se desliza, todo emerge y estalla. Eres un torbellino de sentimiento que sólo puede causar fascinación. Qué remedio me queda sino adorarte.
Y me sacias aún siendo insaciable, me calmas y cómo no, me sorprendes. Eres como ese día cálido y despejado en pleno diciembre, como esa canción especial que suena de pronto en la radio, eres el primer chapuzón del verano, y ante todo, eres todas y cada una de esas obras de arte que emergen durante los momentos más oscuros de la historia.
Único, especial, necesario, eres tú. Tú, tú, eres tú en todas tus formas, eres tú a cada minuto y siendo tú, sólo puedo adorarte. 



sábado, 11 de mayo de 2013

Impossible.

Todo el mundo reconoce el encanto que guardan los amores imposibles. Yo diría que todo se reduce al subidón de adrenalina, el paso de 0 a 100 en una fracción de segundo, cuando una sonrisa o mirada valen más que mil cartas de amor y todo esto es excusa suficiente para implicarnos de nuevo, aunque parezca, precisamente, imposible conseguir algo más que todo esto. El amor imposible es el amor contradictorio. Es el amor más conformista y el más avaricioso. Es también el más insano, rozando lo autodestructivo, ya que crea una dependencia extrema a algo inexistente. Como resultado de esto, el enamorado nunca puede sentirse saciado. Porque lo cierto es que nadie puede depender de alguien que no le corresponda de la misma manera, o incluso de alguien a quien no conoce. Pero por algún extraño motivo, ahí está el amor imposible, cobrándose víctimas desde hace tanto tiempo como soñadores ilusos hay en este mundo.
Pero, ¿sabes una cosa? Los amores imposibles no se superan, no se olvidan, no se entierran nunca. Un amor imposible es una herida siempre abierta. Los amores imposibles no se sustituyen, porque nadie puede sustituir a nadie, y porque todo fue especial, único, intenso, todo fue como fue porque era imposible. La incertidumbre de lo que no pudo ser siempre estará, y esto es inevitable. Quizás, se deba a que los ideales nunca se destruyeron, a que los sueños e ilusiones permanecen intactos, de alguna forma congelados en el tiempo. Por más que te esfuerces en negarlo, se trata de algo irremediable.
El truco está en aceptar que hay algo mejor. No será igual, pero eso no significa que no merezca la pena ni mucho menos. De hecho, es probable que obtengas todo aquello que una vez anhelaste y que te maravilles descubriendo todo lo que creíste que no existía. Sintiendo tus sueños realizados. Vas a ser feliz en el momento en que dejes de imaginar para vivir, justo en el instante en que abras los ojos, dejes de engañarte y salgas en busca de lo que mereces.
Todo el mundo reconoce el encanto que guardan los amores imposibles, y yo no lo niego. Sólo digo que todo el mundo tiene derecho a vivir un amor real.

martes, 7 de mayo de 2013

Siempre tú.

Cuando me preguntan cómo me veo dentro de diez años, por alguna razón que no acabo de comprender del todo, me imagino a tu lado. Incluso en las peleas, incluso en esos momentos aburridos, incluso no haciendo nada en absoluto, tú estás por ahí. 
Quizás sea porque no me imagino en otros brazos que no sean los tuyos. ¿Sabes una cosa? Me encanta cuando me rodeas con ellos, y mis ojos se quedan apenas asomando sobre tu hombro y me encanta el olor de tu camiseta en ese mismo instante casi tanto como refugiarme después en tu cuello, acariciarlo con mi nariz y darte el beso más delicado que pueda darse. Me imagino, también, acariciando tu pelo con todo el amor que puedo demostrar. Pienso en ese sonido que forman nuestras risas al unísono inundando cualquier espacio. Pienso en ti, y pienso en casa. Tu alma me acoge, me protege, me da la misma seguridad que proporciona cualquier hogar. Me imagino mordiéndote a ratos, como hago ahora. Me imagino viviendo cada uno de tus recovecos, y descubriéndote en todas tus formas. Te imagino, porque imaginarme implica inevitablemente verte también a ti.
Siempre serás mi imprescindible, aquello que quiero encontrar cada mañana, con quien quiero compartir cada noche, eres aquello en lo que voy a volcarme cada segundo. Siempre tú.

25.01.2012...

viernes, 26 de abril de 2013

Por muy extraño que parezca.

Tengo una manera muy extraña de demostrar cariño. En fin, para qué mentir, yo en mi totalidad me considero bastante extraña, pero no pienso que con este adjetivo esté, de alguna manera, despreciándome a mí misma. El único inconveniente de ser extraña, es que nadie entiende tu extrañeza. O casi nadie. Bueno, al menos, estoy segura de que nadie me entiende todo el tiempo.
Pero entre mis muchas peculiaridades, destaca con diferencia mi manera de demostrar cariño. No hablo de muestras de cariño convencionales, como pueden ser un beso o un abrazo, que por supuesto también los doy (aunque de mí sea más común recibir una mordida cariñosa), sino de muestras de amor sincero. 
A diferencia de la mayoría de las personas, a menudo se me olvidan algunas fechas o detalles supuestamente importantes. Y no me malinterpreten, yo soy la primera que adora celebrar aniversarios, es sólo que valoro más otras muchas cosas del día a día. Tampoco soy muy buena haciendo regalos, a diferencia de muchas personas que parecen haber nacido con alguna clase de don que les permite acertar siempre en esos asuntos, a los cuales, debo admitir, envidio un poco en muchas ocasiones.
Hay un comportamiento clave en mí, con el que descubrirás si realmente te aprecio o no. Es simple: lloraré con tu llanto, reiré con tu risa, y en tu flaqueza sacaré todas mis fuerzas para cedértelas; pero nunca pediré nada a cambio. Pero sobretodo, siempre te seré sincera. Siempre. Porque valoro la sinceridad por encima de todo, y no dudo en corresponder a la gente que quiero con lo mejor que puedo darles. 
El día en que ignore una sola de tus lágrimas, el día en que silencie tu risa, el día en que observe indiferente cómo te hundes y no mueva un sólo dedo por ti, duda seriamente mi cariño. 
El día en que te mienta, dalo por perdido. 
Y no me juzgues cuando se me olvide tu color favorito, o hasta el día de tu cumpleaños. Por favor, no te enfades cuando te conteste mal o incluso cuando te niegue un abrazo. No te alarmes, porque quizás no estaré siendo perfecta, ni siquiera estaré siendo correcta. Estaré siendo yo, mi extraña yo, pero te estaré queriendo, y así lo haré.
Lo mejor de todo es que ni siquiera hace falta que entiendas todo esto para que te quiera. No hace falta que te lo explique para que, de un modo u otro, sepas que te sigo queriendo. Porque si quiero de verdad, quiero mucho... por muy extraño que parezca.


viernes, 19 de abril de 2013

Sobre mí.

Siempre fui de esa clase de personas que sienten curiosidad por todo aquello que les rodea. De esas personas que no pueden vivir con una incógnita, toda duda debe ser aclarada y cuanto antes, mejor. Siempre quise saber, hasta sobre aspectos que no me interesaban demasiado, incluso de cosas que nunca me iban a servir, simplemente por el placer de descubrir algo nuevo. Siempre quise saber de todo. 
Pero, ¿sabes una cosa? Hay algo que nunca he querido conocer, un pensamiento que prefiero ignorar. Probablemente se trate de esa excepción que tienen todas las reglas universales. De una manera u otra, no soporto la idea de estar sin ti. Y ni siquiera he vivido algo parecido a perderte, pero si aún duele cada vez que te despides, sabiendo que te volveré a ver, juro que tu ausencia me consumiría por completo.
Y no, no quiero saber lo que pasaría sin ti en mi vida, ni lo que sentiría, ni lo que diríamos, ni lo que ocurriese después ni nada en absoluto. Porque no necesito saberlo, y no quiero saberlo.
Sobre mí puedo decir que siempre fui una pequeña curiosa, y que siempre, y digo siempre, querré estar junto a ti.



miércoles, 10 de abril de 2013

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"Eres preciosa. Sé que ya te lo habrán dicho tantas veces que habrás perdido la cuenta, pero esta vez quiero que sean mis labios los que te digan lo preciosa que eres. Porque lo eres hoy, y también mañana. Porque incluso cuando te mires al espejo y te odies a ti misma, seguirás teniendo ese algo que me encanta y que te hace la persona más bella que he visto. Probablemente, durante esos días, todos los "preciosa" que te hayan dicho anteriormente te parecerán halagos sin valor, ni siquiera los tendrás en cuenta. En ese entonces, mi "eres preciosa", se volverá también vago y superficial en tu memoria.
Sin embargo, no es entonces cuando quiero que me tengas en cuenta. Ni siquiera te pido que te acuerdes de mí mañana, porque no lo harás. Porque no soy importante. Pero eso da igual.
Porque, aun siendo tan increíblemente fascinante como eres, algún día estarás sola. Aunque estés rodeada de millones de personas, te sentirás sola. Aunque todos te admiren, y te digan un millón de cosas más bonitas y poéticas que un "eres preciosa", vas a sentirte sola. Es entonces cuando quiero que me recuerdes, cuando hayas olvidado quién eres, cuando no sepas lo mucho que vales, recuerda que hay alguien por ahí que sigue pensando que eres preciosa, alguien que lo va a pensar siempre, alguien a quien le parecerás hermosa incluso cuando no pueda verte al encontrarte sumida en la tristeza más oscura. Recuerda que ese alguien soy yo. 
Y ni me nombres, ni me mires, ni me busques si no te hace falta, porque no lo pretendo. Sólo quiero serte útil alguna vez, y que algún día reconozcas la sinceridad, la simpleza y la profundidad de mis palabras. Porque hoy, ahora, te estoy viendo. Te miro, te conozco, te pienso. Y eres preciosa.
Eres preciosa."


martes, 5 de marzo de 2013

Vuelve

Si preguntan, digamos que fue un error, que no debimos conocernos. Digamos que el destino es tramposo y seamos sus víctimas una vez más. Si preguntan, nunca nos vimos. Total, tú y yo sabemos que nunca nos hizo falta, siempre nos pertenecimos. Si preguntan sólo fuimos sombras de la noche queriendo encontrarse. Si preguntan, no cometimos pecado... pero lo cierto es que lo fuimos. Fuimos el pecado que descubrió el milagro, fuimos deseo de pureza infinita. Porque cuando pregunten, contestaré con una mentira de esas que evitan catástrofes, de esas que se ocultan tras una sonrisa, de esas que las sábanas esconden en cada motel; diré que no supe de amor, que me guié por el impulso, que sólo fue un calentón y que estaba borracha. En algo no estaré mintiendo, y es que estaba indudablemente borracha. Borracha de fantasmas inertes.
Pero al alba, cuando busque tu rastro en la almohada y el sabor de la vida en mi piel revelaré la verdad al silencio con un suspiro interminable: prendiste mi alma con cada latido, bebí de ti cada célula, probaste cada uno de mis recovecos, nos perdimos en la perfección de los encuentros efímeros... fuimos eternos por un rato, con cada segundo me hiciste vivir.
Si preguntan, miénteles y cuando lo hagas, vuelve hasta mí.


sábado, 23 de febrero de 2013

Si supieras...

Si supiera, cuánto no sabría, cuánto dejaría de saber. Si supiera, si en lo oscuro viera lo que la vida pretende esconder, cuánta novedad encontraría si supiera lo que no debo saber.
Que si supiera, amigo mío, otra yo habría de ser, una extraña y triste enemiga de la niña que fui ayer.



Cariño,

odiarte a ti mismo no cambia nada. Sigues siendo un milagro de vida, como en el primero de tus días. Alguien sigue sonriendo gracias a un recuerdo que tú creaste. Algo existe, algo tiene sentido, gracias a ti. En algún lugar del mundo, hay alguien deseando conocerte, a pesar de que aún no sepa nada sobre ti. En este mismo instante, estás dejando huella y ¿sabes qué? Sólo por eso eres maravilloso. Sólo por eso, todo vale la pena.
Odiarte a ti mismo no cambia nada, incluso si lo haces con todas tus fuerzas, porque alguien lloraría si no estuvieses, alguien te necesita o simplemente, alguien quiere necesitarte.
Algo te está esperando, y da absolutamente igual lo que digas o pienses sobre ti mismo.
No, no cambia nada, porque la vida te ama más de lo que tú nunca podrás odiarte.




Otro triste intelectual de lo más ignorante.

Si tan sólo pudieras dormir a mi lado, compartir mi fría cama y unas pocas horas de la noche, sabrías tantas cosas sobre mi...
Sabrías, por ejemplo, que soy una trasnochadora irremediable, que me vuelvo el doble de activa en cuanto la Luna sustituye al Sol y que me obligo a dormir sólo cuando llegan las altas horas de la madrugada. O bueno, quizás no lo sabrías, porque de lo que sin duda serías consciente es de mi habilidad para acostarme en la cama sin que mi compañero se percate de ello. Sabrías que necesito ponerme otros calcetines, normalmente más calentitos, justo antes de meterme en la cama, a veces incluso en verano. Sabrías que, también durante todo el año, necesito taparme con una sábana y una manta; durante el invierno añado un edredón. Sabrías que casi siempre voy alternando las posturas para dormir en el mismo orden cada noche, o quizás no. Ya te dije que soy muy cuidadosa con cada movimiento.
Sabrías que necesito dormir abrazada a algo, ya sea un cojín, una almohada, un peluche o tú mismo. Sabrías que cuando estoy nerviosa, incluso por un simple examen, puedo despertarme varias veces en la noche, pero si no es así, nada puede interrumpir mi sueño. Sabrías que jamás hablo dormida. Sabrías más cosas de las que sabes viéndome andar por la calle, sabrías cosas más ciertas y reales de las que cualquiera pueda contarte de mí. Sabrías tanto sin ni siquiera intercambiar una sóla palabra conmigo...
¡Imagina cuánto te pierdes por no tener una simple conversación! ¡Imagínate cuando escondo tras mi apariencia! Compréndeme cuando te diga lo falsa y pobre que es esa imagen de mí hasta hace un momento tenías en tu mente. Imagina, también, con cuántas personas te pasará lo mismo. Imagina cuánto desconoces y abrúmate con la verdad, porque lo cierto es que no eres más que otro triste intelectual de lo más ignorante.


Alive.

Aún amando la luz del día, me impregno del aire en la noche. Río en las buenas como en las malas, siento el dolor cuando estalla, y ruidosa rompo silencios. Ningún sentimiento se estremece cuando se trata de reglamentos, así que perdóname, querida vida, si ignoro tus reproches, si no sigo los senderos que tú trazaste para mí.
Entenderé tu enfado e incluso permitiré que continúes golpeándome con esa rabia y fuerzas que derrochas, como ya has hecho tantas veces antes. Sin embargo, debo advertirte: corre en mis venas el sueño de vivirte. A mi manera, sin horas, sin fechas, libre de condenas, de cualquier oxidada cadena que alguien nos impuso una vez. Pienso amarte totalmente, en todas tus facetas, con todos tus baches, con lo que conozco y lo que no, con lo que quiero, con lo que espero, con lo que merezco y con lo que me duele, voy a quererte.
Voy a quererte... aunque no me quieras.



miércoles, 9 de enero de 2013

Dear mistake

I just can't believe that I'm the only one who has not forget the things which keeps inside. I just don't think that, I look at you and I know, I die everytime to hear you say the truth, the simple truth.
Cause baby, if you want I can ignore the whole real world and pretend that you are just what you seem, but you know that I know in too deep, we aren't fine, maybe the destiny can reveal who have the blame.
And during all this time, I couldn't think. I was quite busy crying for the sad distance, so I am the same girl you wanted adore. Yes, the same you want to scare when nobody saw. Why you look me now? What it's change? What was wrong?
Listen my laugh, go away, don't look back. I'll promise forget, you just were my big mess. My dear mess, my mad mess. And please, miss me if you dare.
Bitter kisses for your bitter lips, I hope you can feel some pain in your iron heart, the half you brought me to life.
Bye bye, little boy. And remember, I loved you more, more than I should never love anyone. Take your trace, your wounds, your letters, your strange love, and do some good for someone who just wanted make you better. Blame for caring about you. It doesn't matter, listen, please: I'll be happy just for me.