sábado, 23 de febrero de 2013

Cariño,

odiarte a ti mismo no cambia nada. Sigues siendo un milagro de vida, como en el primero de tus días. Alguien sigue sonriendo gracias a un recuerdo que tú creaste. Algo existe, algo tiene sentido, gracias a ti. En algún lugar del mundo, hay alguien deseando conocerte, a pesar de que aún no sepa nada sobre ti. En este mismo instante, estás dejando huella y ¿sabes qué? Sólo por eso eres maravilloso. Sólo por eso, todo vale la pena.
Odiarte a ti mismo no cambia nada, incluso si lo haces con todas tus fuerzas, porque alguien lloraría si no estuvieses, alguien te necesita o simplemente, alguien quiere necesitarte.
Algo te está esperando, y da absolutamente igual lo que digas o pienses sobre ti mismo.
No, no cambia nada, porque la vida te ama más de lo que tú nunca podrás odiarte.




No hay comentarios:

Publicar un comentario